Cárcel para un motorista ebrio que enseñó sus genitales a un policía y le dijo: «Sople»

Cárcel para un motorista ebrio que enseñó sus genitales a un policía y le dijo: «Sople»

Pudiera parecer un chiste si no fuera que ocurrió de verdad y el hombre, bravuconadas aparte, puso en peligro a conductores y peatones. Sucedió el 10 de mayo del 2015 y, según cuenta la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña, el ahora condenado se comportó con temeridad primero y con desvergüenza después.

Sobre las cinco de la madrugada de aquel día, los componentes de una patrulla de la Policía Local vieron como un hombre con signos de estar borracho se subía a una moto y a duras penas mantenía el equilibrio. Así que le dieron el alto. El conductor, lejos de acatar la orden, aceleró su moto e inició una huida temeraria que lo llevó desde la calle Europa a la ronda de Outeiro, Sardiñeira, Pérez Ardá, Monelos y Eirís. Un recorrido en el que no respetó semáforos ni el límite de velocidad, pues llegó a poner su moto a más de 100 kilómetros por hora. Mal equipaje para llegar lejos.

En Eirís, con dos coches patrulla pisándole la huella, perdió el control de la moto y se fue al suelo. Los agentes lo levantaron y le indicaron que pronto llegaría un vehículo de atestados para someterlo a la prueba de alcoholemia. No le gustó al condenado, que arremetió contra los agentes llamándoles de todo y anunciándoles que «cuando esté libre, voy a por vosotros y os abro la cabeza». Continuó con improperios hasta que llegó el furgón de los atestados y le ordenaron que se sometiera a la prueba. Al principio, se limitó a poner el aparato en la boca, pero sin soplar. Fue cuando le advirtieron de que si continuaba en esa actitud, sería denunciado.

Ni corto ni perezoso, se bajó los pantalones, mostró sus genitales al agente y le dijo: «Sopla aquí». La policía le comunicó que lo llevarían al juzgado de seguir faltando al respeto. El hombre les contestó: «Entonces también puede venir el juez a soplar aquí».

Un mes después, fue de nuevo sorprendido sobre su moto en estado ebrio. Y por no perder la costumbre, volvió a insultar a los agentes y a tocarse sus partes. Por todo ello, fue condenado a 9 meses de cárcel y a otros 15 sin carné.

Fuente: lavozdegalicia.es