Escena de tensión en una oficina del Popular: «He perdido un millón de euros, lo he perdido todo»
El rescate de Banco Popular mediante quitas a sus acreedores ha supuesto importantes pérdidas económicas para sus más de 305.000 accionistas y sus bonistas. El mismo día en que las autoridades supervisoras y de resolución bancaria comunicaron la intervención del sexto banco del país y su posterior venta al Santander por un euro se vivieron escenas de tensión en las oficinas de la entidad. "Hemos perdido un millón de euros, lo hemos perdido todo", lamenta a gritos una clienta de banca privada de la entidad en una sucursal de Andalucía, como se puede ver en un vídeo al que ha tenido acceso ABC.
Solo desde que se anunció el relevo de Ángel Ron por Emilio Saracho al frente de la presidencia en diciembre de 2016 para tratar de reconducir la situación del banco las acciones perdieron un 70% de su valor, hasta los 0,32 euros. En la madrugada del pasado martes al miércoles, la Junta Única de Resolución (SRB, por sus siglas en inglés) y el fondo de rescate español (FROB) ejecutaron la resolución del banco y redujeron su valor a cero, para que con ello el rescate del banco no costase dinero al contribuyente.
Fuentes próximas al Popular confirman que en los dos últimos días las consultadas de pequeños inversores afectados por esa medida están siendo constantes en las más de 1.600 oficinas del grupo en toda España, y que la situación no solo es difícil para los ahorradores que han permido el 100% de su inversión sino también para los empleados que deben atenderles.
De hecho, una advertencia habitual de los sindicatos a raíz de la debacle de las cajas de ahorros ha sido la de las situaciones de tensión e indefensión que han tenido que vivir los trabajadores de la red por escándalos como los de las participaciones preferentes y las cláusulas suelo, entre otros, recordando a las entidades que son esos empleados los que están respondiendo a la clientela por la gestión de la dirección.
El caso del Popular, primer rescate con cargo a los acreedores privados que se aplica en Europa desde la puesta en marcha de la unión bancaria, augura un aluvión de demandas de esos accionistas y bonistas que han perdido todo su dinero contra el Santander como entidad adquiriente del negocio del Popular; los antiguos gestores de la entidad, desde Ron a Saracho, y los organismos supervisores. Ayer, fuentes del FROB insistieron en que esos litigios, en caso de haberlos, deben resolverse entre Santander e inversor.
Fuente: abc.es
