¿Qué pasará con Uber si tiene que ser una empresa de transporte?

La necesidad de una verdadera política de movilidad
Imagen de un taxi y aplicación Uber
¿Qué pasará con Uber si tiene que ser una empresa de transporte?

Las conclusiones del abogado general del Tribunal de la UE, Maciej Szpunar, han echado más leña a la guerra abierta entre el sector del taxi y Uber en España. El letrado ha dictaminado que la plataforma tecnológica debe ser considerada como una empresa de transporte y por lo tanto se le puede exigir que opere con licencias y que cumpla con los mismo requisitos legales y fiscales que los taxistas u otras compañías del sector como Alsa. El taxi se manifestará el 30 mayo contra el "desmantelamiento" del sector en favor de Uber y Cabify.

Aunque la opinión del abogado no es vinculante para el Tribunal Superior de la UE, que publicará su fallo en un mes, el sector del taxi ha aprovechado el comunicado para exigir al Gobierno que obligue a Uber a "cumplir ya con la normativa de transporte y obligarla a garantizar los derechos de sus trabajadores y sus clientes", asegura Fedetaxi en un comunicado.

Entre las claves de la posición del abogado, que suele coincidir con el fallo definitivo del Tribunal europeo, destaca que Uber controla los elementos económicos relevantes en el servicio de transporte urbano, desde los criterios que se imponen a los conductores, hasta la política de precios, pasando por compensaciones a los conductores que hagan más carreras o admitan más flexibilidad en sus tarifas. "Uber controla, vigila, media y fija precios y retribuciones en el servicio de transporte que ofrece por lo que no puede ser considerada una empresa de intermediación que pone en contacto conductores con clientes", explican en esta línea fuentes judiciales consultadas por este diario.

¿Transformarse?

Pero, si finalmente Europa considera que Uber debe ser una empresa de transporte ¿Cuáles serán las consecuencias en España? Según la multinacional estadounidense, ninguna. Uber defiende que su operativa no se verá afectada con el cambio de criterio ya que el texto se refiere a UberPop, que es una plataforma similar a la que opera en EEUU, donde cualquier conductor puede poner su coche al servicio de cualquier persona. En Europa éste modelo funciona en países como Estonia, Polonia, Noruega o República Checa. A su vez, defiende que ya opera con conductores que tienen licencias VTC (la de los taxistas) y que son autónomos. En esta línea, el presidente de Unauto, Eduardo Martín, defiende la legalidad y la continuidad de Uber en España tal y como está operando actualmente ya que asegura que la futura sentencia sólo afecta a UberPop que "ya no existe". "Todas las empresas que prestan servicio a través de Uber tienen licencia VTC y cumplen la legalidad vigente", explica en declaraciones a este diario. El punto aquí sería si finalmente Uber tiene que dejar de ser considerada una empresa de intermediación y pasa a tener que se una empresa de prestación de servicio, tal y como el abogado europeo. Una postura que se acaba con el plan de aproximación europea única que quería realizar Uber y deja su desarrollo a merced de la voluntad de cada país y de sus leyes sobre transporte.

En esta línea, otras fuentes consultadas apuntan a que Uber se tendría que transformar en una empresa de alquiler de vehículos de lujo con conductor privado o en una empresa de transporte con licencias a su nombre, con una flota propia y conductores contratados. "Toda empresa de transporte tiene que tener una autorización para operar. Los conductores que estén contratado no tienen que se los dueños de la licencias ni de los coches", explican fuentes judiciales. Un extremo que Uber tendría complicado ya que en España se ha cerrado la concesión de nuevas licencias de transporte urbano, tanto VTC como de coches privados con conductor: no se pueden crear nuevas y las que existen no pueden ampliar su flota. En este punto, las licencias VTC se compran en el mercado ya que la Comunidades Autónomas no emiten más a menos que le obligue un tribunal Así las cosas, Uber ya ha empezado a solicitar que se liberalicen la concesión de licencias y se elimine la proporción 30-1 que beneficia a los taxistas.

¿Replantear la economía colaborativa?

Si la sentencia confirma en unos meses la opinión del abogado general, la Comisión Europea se vería obligada casi con seguridad a corregir la postura conciliadora que ha mantenido hacia la irrupción de Uber en los estados miembros. El abogado general argumenta que Uber no se puede beneficiar de la directiva de servicios, ni las reglas especiales de su derivada para los servicios de la información, por ser una empresa de transporte y no una plataforma digital. El sector del transporte, incluido el urbano y los taxis, están excluidos de la directiva de servicios.

Esta directiva fue precisamente la base legal que la Comisión utilizó en su comunicación sobre la economía colaborativa del pasado año. A partir de ella estableció que los estados miembros no pueden imponer sistemas de registros o licencias a estas nuevas compañías, a menos que sean no discriminatorios, proporcionales, y cumplan un objetivo de interés público.

Está por ver cuál sería el impacto en otros sectores de la economía colaborativa, como el del alojamiento que abandera Airbnb. De momento, la Comisión optó este jueves por mantener la prudencia hasta ver cuál es el veredicto final de la Corte. Intentando limitar los efectos no solo en el área del transporte (donde también destaca Blablacar) sino en el conjunto de la economía colaborativa, la portavoz de la institución Lucía Caudet llamó a realizar un análisis "caso por caso", porque existen infinitud de compañías, con diferentes modelos de negocio, bajo la etiqueta de este pujante modelo.

De momento, la Comisión mantiene parada su decisión sobre las quejas que Uber, Blablacar y Airbnb interpusieron contra Francia, Alemania, España, Hungría y Bélgica por limitar sus servicios.

Fuente: eleconomista.es