La historia de las señales de tráfico. Fotos

La historia de las señales de tráfico. Fotos

Las señales que regulan el tráfico en España presentan los mismos diseños que en otros 65 países de Europa, Asia y África. Son las naciones que han asumido los dictados de la Convención de Viena sobre Señalización Vial de 1968, un encuentro que sirvió para perfilar la mejora de las medidas de seguridad en la carretera y en la estandarización de sus normas y símbolos.

Promovida por la ONU, fue la última de las tres grandes cumbres internacionales del siglo XX que han servido para definir el modelo de señalización vial más extendido del mundo. Con anterioridad, París albergó en 1909 la Convención Internacional sobre Tráfico y Ginebra fue el escenario de la aprobación de un Protocolo sobre Señalización Vial en 1949, bajo el amparo de las Naciones Unidas.

EL SÍMBOLO ANTES QUE LA PALABRA

Estas convenciones dieron pie a la aprobación de diseños de señales de tráfico presentes en las carreteras de todos estos países, como el triángulo de peligro, el círculo de prohibición, el octógono con la palabra 'STOP' para la palabra obligatoria o el triángulo invertido para ceder el paso. La normativa aprobada en 1968 experimentó sendas modificaciones en 1995 y 2006 que buscaron introducir en la señalización universal a elementos como las bicicletas.

Entre sus características, el modelo aprobado resalta que las señales de tráfico deben basarse en el empleo de símbolos por encima de la palabra escrita, pensando en aquellos conductores que no supiesen leer o que no entendiesen la lengua en la que estaban escritos.

A pesar de ser uno de los países que aplica este formato de señalización vial, España firmó los acuerdos de la Convención de Viena, pero jamás los ratificó, como sí había hecho con los de Ginebra de 1949. Según recuerda la DGT, la razón de esta no ratificación está relacionada con las reservas respecto a la cláusula de arbitraje que recoge uno de los artículos de la convención, ya que España "no resiste al mínimo análisis jurídico internacional". España y el Reino Unido son los únicos países europeos que no han ratificado el documento.

¿CUÁL ES EL MODELO DE LOS ESTADOS UNIDOS Y LOS DEMÁS PAÍSES?

La señalización vial en Estados Unidos no sigue el modelo aprobado en la Convención de Viena y sus antecesoras. Aunque varias de sus señales coinciden con las empleadas en las carreteras europeas, EE.UU. incluye más palabras escritas, al igual que otros países anglosajones como Australia o Nueva Zelanda.

El modelo estadounidense tiene como germen el 'Manual sobre Sistemas Uniformes de Control de Tráfico' (MUTCD), una guía que en 1935 estandarizó los distintos códigos de circulación que habían empleado varios colectivos automovilísticos por algunos estados y regiones del país.

Este modelo es el que se emplea actualmente en EE.UU., aunque ha experimentado actualizaciones periódicas. Así, incorporó algunos de los iconos que empleaban las señales europeas, así como las formas distintivas triangulares, circulares y cuadradas de precaución, prohibición e información, respectivamente. Por su parte, los Estados Unidos introdujeron diseños, como el de la señal de 'STOP' octogonal, que fueron empleados casi a nivel global.

Al margen del modelo de la Convención de Viena y del empleado por los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, existen otros sistemas presentes en el mundo. Muchos de ellos se inspiraron en un borrador elaborado en 1953 que pretendía unificar los modelos de iconos europeo y de textos escritos estadounidense. De manera variopinta, este código es aplicado en América Latina, Centroamérica, Canadá y varios países asiáticos.

Por su parte, algunos estados de África recurren a un antiguo modelo inglés que también fusiona los dictados de la Convención de Viena con textos escritos.

UN ORIGEN QUE SE REMONTA A LA ÉPOCA ROMANA

Mucho antes de convenciones internacionales y de la invención del automóvil, la regulación de la circulación de medios de transporte fue entendida como una necesidad desde la Antigüedad. Las primeras muestras de señalización en vías y caminos datan de la época romana, cuando se emplearon los llamados miliarios, unas columnas de piedra de unos dos metros de altura que ejercían una función similar a la de los puntos kilométricos, ya que informaban de las millas romanas recorridas a través de los números que tenían grabados.

Los romanos también introdujeron una figura esencial en la organización del tráfico: el paso de peatones. Suya fue la idea de emplear hileras de piedras --visualmente similares a la 'cebra' de los pasos peatonales-- para obligar a los carros a reducir la velocidad para que sus ruedas encajasen en los huecos existentes entre ellas. Además, al estar elevadas estas piedras, se evitaba que los viandantes se manchasen los pies con el barro del suelo.

EL SEMÁFORO, UNA SEÑAL LUMINOSA NACIDA EN EL SIGLO XIX

El semáforo es el medio más eficaz de señalización en el ámbito urbano. Supera ya el siglo de existencia y está inspirado en las señales que se empleaban para regular la circulación de los trenes.

El ingeniero ferroviario John Peake Knight promovió en 1868 la instalación en Londres de un dispositivo que operaba de día exactamente igual que los de ferrocarril: un brazo que ordenaba parar cuando estaba en posición horizontal y circular cuando estaba inclinado, pero que incorporaba unas luces roja y verde para dar estas indicaciones de noche. Estas lámparas eran alumbradas por gas, lo que provocó la explosión del aparato a los pocos días de su uso y su inmediata retirada.

Las pruebas del semáforo fueron retomadas a comienzos del siglo XX. En 1914, se instaló en Cleveland (Estados Unidos) un instrumento que funcionaba con señales luminosas y que reflejaba los mensajes de 'alto' y 'circule', controlado de forma manual. La tercera luz ámbar se incorporó cuatro años después a un semáforo de Nueva York. El dispositivo fue exportado a Europa en 1926, en Inglaterra.

EUROPA PRESS