Derriban una nave al intentar acceder a la misma con un camión recién robado

Derriban una nave al intentar acceder a la misma con un camión recién robado

Los camiones continúan siendo el objeto de deseo de las bandas de delincuentes que operan en la provincia y que el domingo cometieron un garrafal error de cálculo a la hora de intentar ocultar la aparatosa mercancía, un vehículo pesado al completo, en una nave situado en pleno casco urbano de la pequeña localidad de Olmos de Esgueva. Allí llevaron a primera hora de la tarde la cabeza tractora y un remolque cargado de motores de Renault, todo ellos recién sustraídos en los polígonos de San Cristóbal e Industrial Jalón, para intentar ocultarlos en una finca que creían abandonada.

El problema es que el convoy no cabía por la puerta, el remolque se quedó encajado en el marco y, al intentar sacarlo, derribaron la pared. Semejante estruendo despertó la curiosidad de los vecinos y los delincuentes, al final, tuvieron que abandonar la mercancía, valorada en más de doscientos mil euros y que ha podido ser recuperada, según confirmaron ayer las víctimas.

Los hechos sucedieron en torno al mediodía del domingo y tuvieron como primer escenario la calle Esmeralda, situada en el polígono de San Cristóbal. Allí se presentaron los delincuentes para sustraer inicialmente la cabeza de un camión Scania rojo, que estaba estacionado a las puertas de una empresa de transportes –sumó así su segundo robo en los últimos meses–. Con ella se trasladaron instantes después al segundo escenario, situado justo enfrente, en la explanada que sirve de aparcamiento para los transportistas en la parte posterior de las instalaciones de Renault, en el polígono Industrial Jalón. Su objetivo era un camión cargado con motores, valorados en más de doscientos mil euros, que ayer mismo debía partir rumbo a Francia.

«Nuestro camión es automático y no consiguieron arrancarlo, así que es posible que vinieran primero aquí, luego se fueran a sustraer otra cabeza tractora y después regresaran a enganchar el remolque con los motores una vez desenganchado de nuestro camión», según relató ayer la responsable de la compañía de transportes. El caso es que con la cabeza sustraída en San Cristóbal y el remolque de Industrial Jalón emprendieron camino, presumiblemente por la ronda exterior (VA-30), hacia , un pequeño municipio del valle situado a menos de veinte kilómetros de la capital. Y allí se presentaron al filo de las 13:00 horas ante una fila de tres naves de la calle del Arroyo, situada a escasos metros de las casas.

«Debieron creer que estaban vacías e intentaron meter el camión, pero no cabía y al dar para atrás tiraron la pared y se llevaron el marco de la puerta encajado al remolque», explicaron ayer sus dueños. Después huyeron al avisar algunos vecinos a la Guardia Civil. Las víctimas pudieron recuperar la cabina, que solo sufrió «daños menores», y los motores «intactos». Los ladrones se fueron con las manos vacías. Y todo por un error de cálculo.

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