La memoria del camión

El empresario Arsenio García edita una segunda edición, ampliada, de su historia del transporte berciano, un sector que cambió la comarca con las grandes obras de Endesa y que hoy sostiene la exportación de pizarra.

Chevrolets de la Guerra de Abisinia. Lancias todavía con manivela. Pegasos apodados ‘mofletes’. o ‘cabezones’ por la peculiar forma de sus cabinas. Y de ahí a los Man, a los Renault y a los modernos Iveco. La memoria del transporte berciano tiene nuevas páginas, y un buen puñado más de fotografías, porque el empresario de Transportes Bergidum Arsenio García Santalla acaba de revisar y ampliar su libro Historia del transporte de mercancías en el Bierzo, editado por primera vez en 2013 y convertido en una suerte de anecdotario de un sector en constante movimiento.

El wólfram, el carbón, la pizarra, los materiales y los equipos de ingeniería para las grandes obras de Endesa, incluyendo las dos centrales de Compostilla. Son algunos de los hitos del transporte berciano recopilados por García Santalla a partir de la fundación en 1930 de la primera empresa de transportes que fundó su abuelo Miguel García en San Juan de la Mata a su regreso de los Estados Unidos. De aquella primera furgoneta basculante Ford AA de cuatro cilindros y dos caballos, y apenas 1.500 kilos de carga, nació una empresa familiar que hoy cuenta con una flota de 16 camiones empleada sobre todo el transporte de la pizarra berciana a Francia. Pero el libro de García Santalla va más allá de la historia de su familia e incluye a toda una serie de sagas de camioneros del Bierzo, y alguno de Astorga y el País Vasco que de alguna forma han estado vinculados a la comarca.

Con 120 fotografías más que en su primera edición hasta llegar a las 420 imágenes, prólogos de los representantes de la patronal del sector Antonio García Regueiro y Pablo Lorenzo. y la labor de Helena Fidalgo Robleda en la edición Literaria, en las más de 360 páginas de Historia del transporte de mercancías en el Bierzo caben «las principales compañías que a lo largo de los años han contribuido al progreso, tanto de nuestra tierra como del mundo del transporte», explica el autor e los preliminares de la obra. Cabe también la historia del carbón y de la pizarra, la del hierro con los yacimientos del Coto Wagner y Coto Vivaldi., o el plomo el zinc de la mina Rubiales. Cabe, por su puesto, la historia novelesca del wólfram y la Peña del Seo que, recuerda García Santalla «convirtió a Ponferrada en la Ciudad del Dólar». Caben las grandes obras de ingeniería que desde mediados del siglo pasado convirtieron a Endesa en una fuente de actividades constante para el sector del transporte en el Bierzo, dentro y fuera de la comarca.

Y caben también algunas desilusiones. Arsenio García todavía recuerda la oportunidad perdida para reflotar el transporte con basculantes en el Bierzo que supuso hace tres lustros, el desmonte de los escombros de la montaña de carbón, el símbolo de la Ponferrada del siglo XX y cuyo traslado dejó al margen a las compañías bercianas.

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