Opinión

No hay peor ciego.....

El Tribunal Supremo ha resuelto que sea el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción numero 2 de Molina de Segura el encargado de llevar a cabo las investigaciones necesarias para aclarar las denuncias presentadas contra al empresa Primafrio, en detrimento de los Juzgados de Ayamonte y Sevilla que también instruían en mismo caso. Hasta aquí todo normal, bueno incluso, porque es mejor que la investigación la lleve un solo Juzgado, sobre todo para evitar confusiones y retrasos en las resoluciones judiciales. Pero lo que sorprende es que aún haya quien intente por todos los medios defender el honor, presuntamente dañado, de la empresa objeto de las investigaciones judiciales.

Sobre todo cuando esa defensa sale de aquellos que "presuntamente" intentan hacernos creer que hacen una información independiente. Porque decir a estas alturas que los directivos de una empresa con mas de 1.000 camiones tienen demasiadas preocupaciones como para perder su valioso tiempo en dar instrucciones a lo conductores para que cometan ilegalidades produce hasta risa sino fuera por lo dramático de la situación. Evidentemente, quienes defienden esta teoría, muy poco o nada saben de la situación actual del transporte, aunque puede incluso, que en realidad defiendan otros intereses más complejos.

Afirmar con esa rotundidad que las empresas no presionan a los conductores para que cometan ilegalidades es, cuando menos, una irresponsabilidad y no querer ver la realidad. Se presiona, y mucho, a los conductores para que cometan ilegalidades, es mas hay empresas en las que el cometerlas es una condición indispensable para cualquiera que aspire a trabajar en ellas. Otra cosa muy diferente es el modo de actuar de esas empresa cuando surgen problemas en forma de denuncias o implicaciones en accidentes por parte de sus conductores. Sobre todo porque tardan menos de lo que canta en un gallo en lavarse las manos y cargar con todas las culpas al trabajador.

Presionan, y mucho, a los conductores muchas empresas, sean pequeñas, medianas o grandes. De esto pueden dar testimonio muchos conductores. Pero lo que más gracia me ha hecho de las afirmaciones de los defensores de esta empresa, es que digan que el conductor si se siente presionado y no quiere cometer ilegalidades, puede dejar de trabajar en esa empresa porque inmediatamente tiene trabajo en otra. Esto ya me parece el colmo del cinismo y una reiteración del desconocimiento total y absoluto de la realidad del transporte.

Así que, como en el refrán, queda claro una vez mas, que "No hay peor ciego que el que no quiere ver". Porque, desgraciadamente, tanto en este caso, en el que las denuncias que originaron la investigación judicial partieron de las denuncias de uno o varios trabajadores ante un sindicato y la inspección de trabajo. Desgraciadamente, decía, carecemos en este país de los inspectores necesarios para terminar de una vez por todas con este tipo de practicas en el transporte. Aparte de unos sindicatos que defiendan a los trabajadores como se merecen. Porque los sindicatos tradicionales, aparte del prestigio perdido, poco o nada se ocupan de los trabajadores del transporte. Abandonados a su suerte y obligados por esa necesidad que tenemos todos de comer y de mantener a la familia, a tener que tragar con muchas ilegalidades. Por mucho que, todos hay que decirlo, haya trabajadores que no son precisamente unos santos. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.