Desarticulada una red internacional de narcotráfico con sede en Alcalá de Guadaíra y Los Palacios

Desarticulada una red internacional de narcotráfico con sede en Alcalá de Guadaíra y Los Palacios

Los cargamentos de naranjas sevillanas eran el camuflaje utilizado por una banda internacional de narcotraficantes que había establecido una ruta permanente de envío de hachís desde España a a Inglaterra en camiones. La organización ha sido desmantelada por la Guardia Civil en una operación que acaba de conocerse y que lleva como nombre «Rajado-Puntalero». Durante las distintas fases de la operación, se han practicado varios registros en las localidades malagueñas de Marbella, Estepona y Torrox y en las sevillanas de Los Palacios, Villafranca y Alcalá de Guadaíra. La red había establecido base en estas localidades sevillanas y también en Dos Hermanas, donde se manipulaba la droga para envasarla al vacío y se escondía en los palets de fruta.

De nuevo la provincia sevillana aparece como punto de referencia en el mapa geoestratégico que usan los traficantes de hachís a escala internacional. La proximidad con la principal puerta de entrada de la droga a Europa -la costa gaditana- y sus vías de comunicación la convierten en escala imprescindible para los narcos que operan con la sustancia estupefaciente más consumida en el mundo. La operación policial arrancó cuando una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico de Málaga interceptó en la autopista A-7 una furgoneta, cuyo conductor, al intentar ser identificado, dejó abandonada y huyó a la carrera. El vehículo contenía 1.034 kilos de hachís distribuidos en 32 fardos. Las investigaciones sobre la identidad del conductor y la procedencia y destino de la mercancía propició la apertura de una investigación de más calado que ha concluido con el arresto de 18 personas de nacionalidades argelina, paraguaya, francesa, portuguesa y española. Les imputan delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.

La organización había creado dos empresas de importación y exportación de productos cítricos para realizar envíos de naranjas de forma legal y periódica desde España hasta Reino Unido. Las sustancias estupefacientes eran envasadas al vacío en una casa ubicada en Alcalá de Guadaíra y posteriormente eran trasladadas a sendas naves de Los Palacios y Dos Hermanas. Allí eran camufladas entre cajas de naranjas que introducían en los palets que eran colocados en la parte central del remolque, rellenando el resto de la carga con naranjas. Este «modus operandi» dificultaba la labor de los perros de la Guardia Civil. Al estar envasada al vacío la droga y ubicada en el centro del remolque, los canes no la detectaban.

Durante las pesquisas, los agentes ya pudieron conocer algunos movimientos de la organización y así interceptaron un cargamento antes de que saliera de la provincia de Sevilla. Fue en Dos Hermanas donde la Guardia Civil detuvo un camión con remolque que cargaba veintiún mil kilos de naranjas, 1.416 kilos de hachís y otros 105 de marihuana. Según la Guardia Civil, la organización «estaba perfectamente estructurada» y se ha logrado su completa desarticulación con la detención de los dos conductores de los camiones; otras ocho personas que eran las encargadas de manipular y realizar las labores de logística; dos gestores del entramado empresarial así como los cuatro cabecillas de la red que se ocupaban de las labores financieras y dos sicarios que habían sido contratados para recuperar un alijo que pensaban había sido robado por otros narcos y en realidad lo había aprehendido la Guardia Civil.

Uno de los máximos responsables fue detenido a finales de agosto en la localidad francesa de Montpelier, hecho que tuvo una amplia repercusión mediática en dicho país, al tratarse de un delincuente muy conocido por las autoridades francesas. Las naranjas han sido entregadas a un banco de alimentos de Sevilla para su inmediato reparto entre distintas entidades benéficas. Se ha logrado así que llegaran a personas necesitadas antes de que se alterase el producto. La investigación ha estado dirigida por el juzgado de Instrucción 2 de Málaga y ha sido desarrollada por los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de las Comandancias de la Guardia Civil de Málaga y Sevilla, junto con el Grupo de Investigación de la Agrupación de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil de Málaga.

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