El transporte por carretera en España ante las elecciones. Opinión de Xavi Navarro.
No tienen en cuenta el sector del transporte por carretera, porque este no hace ruido.
Aun me parece increíble que los representantes del sector del transporte en general se lleven las manos ala cabeza porque comprueban el poco interés que tienen los partidos políticos en el sector del transporte de mercancías por carretera. Los proyectos de inversión que tienen las agendas de los candidatos contemplan el ferrocarril o esa mágica palabra: Intermodalidad, música angelical que siempre acaba en el desencanto de quienes la creen, como es el caso de los corredores.
Cuando la lógica invita a pensar que lo correcto es que existiese un Ministerio de Transporte independiente de Fomento, dada la importancia del sector, las miradas de nuestros gobernantes siempre van a otras cuestiones, en especial las que se desarrollan desde la UE. Todas esas políticas gestadas desde Europa lentas, poco rentables y costosas que miran al paciente que agoniza entre las presiones del TTIP y el mercado asiático, las liberalizaciones descontroladas, la falta de control en la lucha contra el fraude y el dumping social.
Por supuesto que son tantos "los enemigos" que muchos han arrojado la toalla y abandonan la profesión cambiando a otros sectores menos perseguidos y presionados. Cada día menos conductores nuevos y menos empresas en pie, cada día más intermediarios y más falsos autónomos. Pero con este panorama los afectados deambulan mudos por las carreteras y almacenes, lobotomizados y convencidos que esto está así y no se puede hacer nada para cambiarlo, ni siquiera con la fuerza de la unidad y el voto de castigo a estos políticos que les da igual lo que pase en el sector mientras a ellos no les salpique. El interés de los que quieren gobernar se fija más en las bondades de las grandes distribuidores, los cargadores.
Tanto miedo en la población han generado las políticas de decretazos del gobierno que ahora se marcha, con la aviesa intención de volver con la puntilla de sus verdaderos proyectos que ha ocultado en fase electoral, que ha paralizado a los transportistas, trabajadores que en otros tiempos no tan lejanos eran respetados e incluso admirados. Sin embargo algo se mueve en el sector, no todos quieren salir por la puerta de atrás, gente brava, con ganas y con actitud combativa.
Asalariados y autónomos con experiencia, principios y rabia, mucha rabia contenida que han sabido canalizar para organizar proyectos que eleven su voz en los medios de comunicación y redes sociales. Ellos también contribuyen a la riqueza del país mientras en su casa cuesta que entre a diario el dinero que cubra sus recibos. Pero como son pocos y el resto teme acercarse a ellos esa unidad y fuerza que persiguen sigue estando aun lejos. Buenas noticias para los políticos despistados que desconocen que una huelga de este sector puede paralizar un país como el que ellos quieren gobernar, con el voto que estos que además desprecian. Si, porque señores, no hay mayor desprecio que no hacer aprecio y eso es lo que los partidos que se presentan a estas elecciones han demostrado con los transportistas.