Un caso de explotación laboral a un conductor

Ser legal no es rentable. "Camionero García". Opinión
Un aparcamiento de camiones
Un caso de explotación laboral a un conductor

Este es un ejemplo de como funcionan algunas empresas y de la realidad del dumping en el transporte, sobre todo entre las empresas de los países del Este, creadas a la sombra del transporte de empresas de occidente. Creadas por autonomos, contratando a choferes con promesas salariales que nunca se cumplen.

Un rumano compra un camión de segunda mano a una empresa española, en este caso con casi 2 millones de kilómetros. Contrata a un conductor de la misma nacionalidad, Stefan Florin,  con la promesa de un salario de 2.000 euros al mes. Una promesa que, como veremos más adelante no se cumplirá. El camión tiene el limitador trucado, marca a 90 pero en realidad va a mas velocidad. Le firma un contrato de trabajo como empresa de Rumania (Inteprindere Individuala Manu G. Mihai II) y comienza a trabajar el 4 de enero de este año, con la promesa de trabajar cumpliendo siempre la Ley.

En el primer viaje ya surgen los primeros problemas, le paran en Francia los gendarmes en dos ocasiones por exceso de velocidad y le denuncian.  La empresa le dice que tiene que pagar las multas el conductor. En total 600 euros. A los que hay que sumar las tasas de autopistas de Alemania y el Benelux que sumaron 150 euros. Durante el primer mes de trabajo el conductor es obligado por la empresa a cometer continuas ilegalidades. Conducir sin tarjeta, no hacer los descansos reglamentarios o hacer descansos de mas de 45 horas en Francia en el camion. En lugar de los 2.000 euros prometidos de sueldo, cobra únicamente 900.

En febrero el camion sufre una averia en Albacete. La solución de la empresa es que vuelva vacio hasta Irun para reparar el motor. Una vez en Irun, la empresa le culpa de la averia y le quiere cobrar los kilómetros que ha circulado en vacío. Con el camión en el taller "el empresario" recoge los papeles de la cabina, entre los que se encuentra el contrato de trabajo del conductor y le dice que tiene 5 minutos para recoger sus cosas de la cabina y que está despedido. Pagándole únicamente 300 euros dos meses después.

El conductor se queda tirado, teniendo que dormir aquella noche en la calle. Despues de varios intentos por parte del trabajador para cobrar el salario pendiente, la empresa alega que no le debe nada, al contrario, que es el conductor el que debe dinero a la empresa por la averia. Ante esta situacion el trabajador ha presentado una demanda ante los tribunales de Rumania que aun está pendiente de resolución.

Esta es una muestra de cómo se explota a trabajadores utilizándolos como mano de obra barata. Con chantajes y obligándoles a cometer ilegalidades. Un ejemplo claro de tráfico de personas y una muestra del dumping laboral en el transporte.

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