Desmantelada en Italia una red de palets robados y reciclados.
La falsificación de marcas, recepción de mercancía robada y emisión de facturas falsas, son los principales cargos imputados a las treinta personas acusadas en la operación denominada por la policía italiana "plaza limpia".
Según la Guardia de Finanzas de Lodi el caso sigue abierto, a la espera de nuevas investigaciones que se están llevado a cabo sobre la falsificación y comercialización de palets. Las personas detenidas robaban los palets a través de una red en la que también participaban empresas de transporte por carretera. Los palets usados y robados de la marca EPAL, eran revendidos en un mercado de al menos 14 ciudades italianas, a través de una docena de empresas que emitían facturas falsas. Si añadimos que la mano de obra utilizada (a menudo explotada) fue pagada en dinero negro, se hace fácil entender cómo los palets vendidos por la organización criminal se vendían a un precio altamente competitivo.
De los palets de madera utilizados en el transporte de mercancías, la organización había falsificado la marca EPAL utilizada internacionalmente para el cumplimiento de determinadas normas y que distingue el sistema de intercambio de palets reutilizables más común en Europa. Para apoyar el funcionamiento de los sellos amarillos no fue una coincidencia con el Consorcio ConLegno , cuyo Comité Técnico es el encargado del logo EPAL para Italia.
Para demostrar que el recorrido de la organización empresarial había crecido enormemente, la incautación realizada por la Guardia de Finanzas en el territorio de Lodi asciende a medio millón de palets falsificados . Sin embargo, la actividad se amplió con la reparación de palets usados , que utilizaba la banda a través la mercancía robada y mediante la compra de palets robados o indirectamente con la compra realizada por terceros , junto con las empresas de transporte por carretera, que luego revendía la mercancía en manos de la organización.
Además de los palets falsificados, se incautaron de los bienes e inmuebles utilizados por la organización por un valor de más de 2 millones del euros. Naves en dos zonas industriales y un equipo de 11 maquinas para la manipulación de palets. Todo esto estaba en manos de siete empresas, todas ellas de Lodi . Para cubrir las actividades de la organización se estaban utilizando 23 empresas ficticias , con oficinas en casas de campo de las afueras de Milán y administrado por un contable de Melzo, a lo largo de los años han emitido facturas por más de 15 millones del euros . Las estimaciones de la Guardia di Finanza de las ganancias de la empresa ascendieron a cerca de 10 millones de euros al año, durante al menos 6 ó 7 años.
En resumen, un recorrido millonario considerable a efectos fiscales en muchos casos, completamente desconocido para las autoridades fiscales. Además se cree que entre las diferentes empresas de la organización habían defraudado más de 3 millones de euros a Hacienda.
