El ataque a los camiones portugueses con leche pueden repetirse.
El ataque que sufrió un camión portugués cargado de leche el pasado lunes en la provincia de Lugo ha puesto en alerta a los productores del país vecino y ha indignado a las asociaciones portuguesas entre las que se encuentra a la Asociación Nacional de Fabricantes de Productores Lácteos (AÑIL) que se queja de que tanto los gobiernos portugueses como españoles miran hacia otro lado.
Mientras los ganaderos españoles se quejan de lo que denominan "trafico de leche negra" que aseguran que luego es vendida por debajo de los costes de producción. Por el contrario sus compañeros del otro lado de la frontera acusan a la policía autonómica gallega de ejercer una campaña de control "sistemático y premeditado" sobre los productos lácteos procedentes de Portugal, con el único fin de "desalentar a través de los canales oficiales las exportaciones que llegan del país luso"
Toda este episodio que se esta produciendo en la Península Ibérica, tanto por parte de la Organización de Productores de Leche (OPL) de España, como por parte la Asociación Nacional de Productores Lácteos (ANIL) de Portugal están sucediendo con la total indiferencia de los gobiernos de Portugal y España que no mueven ficha por solucionar los problemas y regular el sector lácteo de ambos países, escudándose en que es un tema de Bruselas.
Pero mientras tanto temen nuevos ataques a los camiones que cruzan la frontera hacia España. Según ha afirmado a la agencia de noticias Lusa el portavoz nacional de OPL José Maria Álvarez: "Los productores se sienten impotentes y tienen que defenderse de alguna manera llevandoles a hacer justicia con sus propias manos". Por lo que piden que los gobiernos de los dos países se impliquen en el problema y busquen soluciones.
Fotografía: Jornal dos Transportes.
