Opinión

¡Adiós 2015!

Hoy se acaba un año que cuando comenzó parecía que iba a ser el que definitivamente supusiera un cambio en el transporte en nuestro país. Así lo creíamos los que pensábamos que en un año como el que termina, que ha estado cargado de elecciones, los transportistas serian capaces de hacerse oír por los políticos.

Pero desgraciadamente no ha sido así. Es más, apenas se ha avanzado en la tan ansiada unión entre los profesionales del transporte. Desde autónomos, pequeños empresarios y asalariados. Que son el transporte de base y tienen sobre sus espaldas la importante carga de suponer el 80 por ciento del transporte en España. Si han surgido nuevos movimientos, desde autónomos y pymes que intentan organizarse en plataformas, hasta el nacimiento de un nuevo sindicato de conductores asalariados. Pero poco más. No parece que los profesionales del transporte estén dispuestos a despertar de una vez y ponerse de acuerdo, aunque sea en unos puntos básicos, para dar los primeros pasos en busca de las tan ansiadas soluciones.

Por el contrario, los gobernantes españoles, si han aprovechado el año para seguir machacando el transporte con medidas neoliberales que encaminan hacia una muerte lenta a los autónomos y precariza aun mas el empleo de los asalariados. En un intento de rescatar a las empresas concesionarias de autopistas se disfrazo de bonificación el desvió del transporte pesado en algunos tramos de autopistas. Una medida que no ha tenido demasiado éxito y que seguramente no se ampliará al 2016. Se ha modificado el régimen fiscal de módulos, algo que ha creado divisiones y reacciones enfrentadas entre los profesionales. El requisito de los 3 camiones para acceder a la profesión continua adelante. Ademas para rematar la faena y servir en bandeja los intereses de los grandes cargadores se ha aprobado la incorporación de los megacamiones a las carreteras españolas. Algo que por mucho que intenten alabar de sus bondades quienes defienden los megacamiones, no termina de convencer al resto del sector.

Por supuesto el gobierno español ha pasado por alto tomar medias similares a las tomadas por piases como Francia, Bélgica o Alemania en lo referente a los descansos superiores a las 45 horas tomados por los conductores en Europa, viviendo como auténticos nómadas aparcados en asear de servicio los fines de semana para que no ocupen espacio en las carreteras. De estas medidas el gobierno español no ha querido saber nada.

Para el año que comienza mañana promete más inspecciones en el transporte, más lucha contra el fraude y la piratería en el sector. Veremos que pasa, si de verdad el próximo gobierno estará dispuesto a meter mano en el transporte, a luchar contra el desmedido cabotaje, el dumping social que sufren los trabajadores, el fraude fiscal, laboral y social que supone la existencia de los conocidos como "falsos autónomos". Veremos si el próximo gobierno está dispuesto a poner algo de orden el el sector o si, por el contrario, se limita a mirar para otro lado, decir "amen" a todas las medidas que impongan desde Europa y el transporte en España seguirá siendo la oveja negra y olvidada, convertido cada vez más en una selva cruel en el que cada cual lucha por su propia supervivencia lo mejor que puede y sabe.

De momento se va un año que no ha supuesto, ni mucho, menos el año de inflexión y cambio en el transporte que parecía al comienzo. Desde Diario de Transporte queremos desear a todo@s los profesionales del sector un ¡Feliz 2016! cargado de buenos deseos y que definitivamente sea el año en el que, por fin, comiencen los deseados y esperados cambios que el transporte español necesita.

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