Un cliente agrede a un empleado de Avanza en las oficinas del autobús urbano del Caracol

Un cliente agrede a un empleado de Avanza en las oficinas del autobús urbano del Caracol

Un cliente del autobús urbano agredió ayer a un trabajador de Avanza Zaragoza en las oficinas que esta empresa tiene en el centro comercial Independencia, conocido popularmente como el ‘Caracol’. El incidente se produjo a las 20.00, hora de cierre de estas oficinas, en un momento en el que había una larga fila de decenas de personas que esperaban sacarse su abono de transporte.

Según señalaron fuentes policiales, el joven agresor, menor de edad, se enfadó al cerrarse la persiana sin ser atendido, y comenzó una discusión que fue subiendo de tono y que acabó con un golpe en la cabeza al empleado de la concesionaria del bus. La agresión, que acabará en denuncia, causó un importante revuelo entre los clientes que estaban esperando a ser atendidos.

Según comentaron algunas de las personas presentes, el joven pidió la hoja de reclamaciones, algo que se le negó ante su actitud agresiva. Trató de colarse por el hueco que quedaba entre la persiana y el suelo, sin atender las indicaciones tanto de los empleados de Avanza como de los trabajadores del propio centro comercial. Hasta el lugar de los hechos se acercó una unidad de la Policía Nacional, que tomó declaración a los implicados. El joven no fue detenido.

El problema de las largas filas

Estos días, las oficinas de Avanza Zaragoza registran una gran afluencia de clientes, principalmente de jóvenes que acuden a sacarse el bono de bus para estudiantes en este inicio de curso. Esto origina largas filas, ya que –según señalan fuentes de la empresa– no se trata de trámites que se puedan resolver rápidamente. Por eso, en ocasiones se acumulan decenas de personas, en una larga cola que ocupa gran parte del primer sótano del centro comercial. Según apuntan desde Avanza Zaragoza, estos días la oficina del centro comercial Independencia cuenta con personal de refuerzo, pero aún así no se consigue aliviar las filas y, en ocasiones –como ayer– se queda gente sin ser atendida al llegar la hora del cierre. Además, las citadas fuentes añaden que están tratando, junto con el Ayuntamiento, de buscar una solución al problema. Esta podría pasar por que los quioscos puedan resolver algunos de los trámites que hasta ahora se hacen en este punto del centro de Zaragoza.

Fuente: heraldo.es