"Vi que se subía a la acera y cogí el volante"

"Vi que se subía a la acera y cogí el volante"

El conductor de la línea de autobús Zaragoza-Sariñena falleció ayer después de sufrir un infarto al volante cuando atravesaba la localidad de Alcubierre. En el vehículo, viajaban seis personas, que resultaron ilesas y que fueron las primeras en socorrer a la víctima, que llegó a ser estabilizada y, a través del helicóptero del 112, evacuada al hospital Clínico de Zaragoza, donde finalmente falleció. El hombre (A. D. P.), de origen catalán, residía en Sariñena y tenía 53 años, según informaron fuentes del Gobierno de Aragón.

El suceso ocurrió sobre las 7.30, tan solo media hora después de que el autobús iniciase su ruta desde la capital monegrina. Al entrar en la travesía, aminoró la marcha, lo que unido a la rápida reacción de uno de los viajeros, Juan Carlos Sampériz, de Lalueza, evitó una tragedia mayor.

Al ver que el autobús se subía a la acera, el pasajero se acercó al conductor, descubriendo que estaba inconsciente. "Mi primera reacción ha sido coger el volante y buscar el freno metiendo el pie entre sus piernas", relató Sampériz, que logró cambiar la dirección del autobús, que había invadido el carril contrario, y, al mismo tiempo, amortiguar su impacto final contra una vivienda situada en la travesía de Alcubierre. Antes, había chocado con una señal de tráfico. "Ha sido una experiencia dura, que hemos vivido con nerviosismo", relató Sampériz, que, según indicó, actuó "por instinto, casi de forma automática, con el único fin de detener el autobús y tratar de auxiliar al conductor".

También resultó vital la pericia de un segundo hombre, que viajaba por el carril contrario en su turismo y que logró esquivar el autobús. Este hombre, junto al propio Sampériz, fueron los primeros en auxiliar a la víctima siguiendo las instrucciones telefónicas del 112. En sus esfuerzos, fueron relevados por un equipo sanitario del centro de salud de Grañén y por los efectivos de la UVI móvil desplazada, que fueron los encargados de trasladarlo hasta el helicóptero del 112.

Hasta el lugar de los hechos, también llegaron dos patrullas de la Guardia Civil, que aseguraron la zona y controlaron el tráfico, y antes de ello, otros vecinos y usuarios de la vía, que colaboraron en el auxilio de la víctima, entre ellos, estuvo el alcalde del municipio, Álvaro Amador, así como la presidenta de la Comarca, Judith Budios, que se encontró con el suceso cuando viajaba en dirección Zaragoza. En su caso, es auxiliar de enfermería y colaboró en las maniobras de reanimación. La vivienda afectada, situada junto a la Casa Ruata, en plena calle Mayor, tan apenas sufrió daños. En su interior, había una única persona, que salió al escuchar el ruido.

Fuente: heraldo.es