Fomento cambiará los concursos de autobús para restar peso al precio
La guerra de precios desatada por las compañías de autobuses para hacerse con las líneas interurbanas que licita el Gobierno por primera vez en casi un siglo ha llevado al Ministerio de Fomento ha replantearse el sistema de adjudicación.
Así, el departamento que dirige Íñigo de la Serna está estudiando modificar los pliegos de contratación de las rutas para reducir el peso del precio en la puntuación global, que actualmente es el 65%, aseguran a este diario desde el propio Ministerio. "Tras los resultados económicos de las últimas licitaciones, el Ministerio está revisando el pliego de las concesiones de autobuses con el objetivo de potenciar la adecuada prestación del servicio, con los mayores estándares de calidad y seguridad", explica Fomento en respuesta a preguntas del diario elEconomista.
En los últimos meses se han adjudicado varias líneas interurbanas con descuentos en las tarifas por kilómetro y pasajero de entre el 30 y el 50% sobre el precio de licitación. Por ejemplo, Globalia se hizo en febrero con la ruta que conecta Cartagena, Alicante y Murcia tras ofrecer un descuento del 49,9% sobre la tarifa máxima aprobada por el Gobierno y la Sepulvedana está cerca de perder la histórica ruta entre Madrid y Segovia, porque sus competidores han presentado descuentos de entre el 32 y el 25%, lo que puede rebajar el precio del viaje desde los 7,9 euros actuales hasta un mínimo de 3 o 4 euros por trayecto. La propia compañía también ha planteado fuertes rebajas.
Bajas temerarias
Pese a la voluntad del Ejecutivo de dar más peso a la seguridad, la calidad de los autobuses (todos tienen que tener wifi, sistema de entretenimiento, facilidades de acceso a discapacitados, seguros de viaje para indemnizar por retrasos...) y otra serie de criterios técnicos, fuentes del sector explican que si no se cambia la ley por la que se rigen estos concursos, no se acabará con las bajas temerarias. "Las empresas hacen ofertas tipo y todas tienen la máxima puntuación en la parte técnica. La única diferencia está en el precio y en las frecuencias de las rutas, por lo que las empresas son muy agresivas con estas ofertas y los concursos se convierten en subastas o lotería", aseguran estas mismas fuentes consultadas.
Y es que los concursos de las líneas de autobús interurbanas se rigen por el artículo 85 del reglamento de Contratación de las Administraciones Públicas, lo que implica que para que una oferta sea considerada temeraria debe ser un 10% inferior a la media de las propuestas presentadas. Así, una oferta que sea muy baja y deje en duda la viabilidad de la ruta no será considerada temeraria si otras empresas han presentado una oferta aún más baja. Desde Confebus se exige que los concursos se rijan por el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público (art. 152.2), que establece que toda baja superior a un porcentaje fijado por la Administración será excluida
Desindexación de la economía
Además de revisar el equilibrio de las puntuaciones, el Ejecutivo ha paralizado las licitaciones porque está adaptando el sistema de revisión de precios de las tarifas a la nueva ley de desindexación de la economía española. "Dentro de esta revisión también se encuentra el proceso de adaptación de la fórmula a incluir en dicho pliego para la revisión de las tarifas, durante los 10 años de contrato, a lo establecido en el Real Decreto que desarrolla la Ley de Desindexación, recientemente aprobado", explica el Ministerio de Fomento a este diario.
Aunque las tarifas por kilómetro y pasajero ya no se revisaban en función del IPC, los técnicos del Ministerio tienen que cambiar la formula para calcular las revisiones al alza durante los diez años que dura cada contrato. Muchas de las concesiones de líneas llevan varios años caducadas y se espera sacar varios concursos a la vez cuando se modifiquen los pliegos y así acelerar la renovación que ha ido muy lenta por los recursos presentados. Según el Observatorio del Transporte de Viajeros por Carretera publicado por Fomento, la tarifa media por usuario y kilómetro ha subido un 55% en 14 años desde los 0,046 euros hasta los 0,072 euros por viajero y kilómetro.
Fuente: eleconomista.es
