Un descanso con bocadillo que cuesta 1,7 millones de euros

Un descanso con bocadillo que cuesta 1,7 millones de euros

La ejecución del fallo que reconoce la parada de 30 minutos a 350 conductores de Auvasa supondría contratar a otros 32 chóferes. Los próximos 46 días serán para el concejal de Movilidad y Seguridad, Luis Vélez, de infarto.

A comienzos de 2017, su departamento deberá aplicar un nuevo Plan de Reestructuración de las líneas de autobuses y sus frecuencias, y cerrar técnicamente con las empresas de transporte privado que llegan a la capital (La Regional, Cabrero, Linecar o Interbús), cómo se aplicará el bono combinado de 59 euros al mes. Pero es la ejecución de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León la que más quebraderos le da al edil, puesto que en ella se reconoce el derecho de 350 conductores de Auvasa a descansar 30 minutos en su jornada diaria. Una medida que la compañía ha calculado tiene un coste de 1,7 millones de euros, dado que debería contratar a 32 chóferes.

El litigio se encuentra enquistado después de más de 20 reuniones desde el mes de marzo y sin un acuerdo con el Comité de Empresa. El fallo del 2014 reconoce a los 350 chóferes de la compañía municipal de transporte su derecho a parar media hora para aplicar un Real Decreto del 2007, que les permite descansar por efectuar recorridos diarios de entre 140 y 160 kilómetros. La norma se ampara además en la necesidad de esa media hora cada jornada (los turnos en Auvasa son de 7:00 a 15:00 horas y de 15:00 a 23:00) para «mejorar la seguridad vial».

El litigio arrancó hace más de un lustro cuando los sindicatos con representación (CTA, CC OO, CSIF y UGT) pidieron su aplicación, al igual que sucede en las compañías urbanas de Barcelona, Madrid o Gijón. Pero el Ayuntamiento anterior, presidido por Javier León de la Riva y con el edil Manuel Sánchez al frente de Auvasa, no lo reconoció, dejando el litigio en los tribunales.

La dirección de Auvasa calcula que contratar a cada conductor nuevo le supone unos 50.000 euros brutos con la Seguridad Social, un coste que la compañía «no se puede permitir puesto que el Gobierno limita el gasto presupuestario». Por su parte, los conductores recuerdan que para poder ir incluso al baño, «no ya a tomar un café», cuando realizan recorridos de 120 minutos en líneas como la 1 (Covaresa-Barrio España), «tenemos que cerrar el vehículo y dejar en la calle a los viajeros. Todo con el autobús vacío, porque dentro se queda la poca recaudación por billetes y es un peligro», apostillan desde UGT.

La dirección de Auvasa ha tratado de retrasar la ejecución desde marzo, para intentar incluir los cambios en la reordenación de líneas que presentará en los próximos días. En estos siete meses de negociación, CSIF, CTA y UGT han propuesto estudiar el fraccionamiento en dos partes de 15 minutos para algunas rutas, con el objetivo de buscar una salida, pero sin que conllevase mayor esfuerzo de los conductores para acortar el tiempo de llegada a las paradas. «Si fuese así, sería un riesgo en el servicio», apostillan.

La ‘demanda del bocadillo’, o de los 30 minutos de descanso, fue una de las reivindicaciones que motivaron la huelga en Auvasa a finales del 2012 con León de la Riva. Entonces, los trabajadores realizaron paros durante una decena de días, que afectaron al servicio y a la movilidad de los vallisoletanos. «Se lograron mejoras en los calendarios de trabajo, pero esto se aparcó en pro de un acuerdo y a la espera de lo que dijese la justicia», dicen desde CSIF. La semana que viene la mesa se reunirá buscando opciones.

"Que nos enfrenten a los viajeros"

«Que no nos intenten enfrentar con los viajeros con este tema, porque es un derecho que ha reconocido hasta el Tribunal Supremo». De este modo expresa José Luis Bustelo, presidente del Comité, la situación en la que ha entrado el proceso negociador y el hartazgo que subyace en la parte social.

El representante de CC OO dice que el descanso de 30 minutos no se puede vincular a la reestructuración de las líneas, «puesto que ello es una cuestión de política de transportes. El tiempo de descanso es un tiempo efectivo de trabajo», recuerda Bustelo. El presidente del Comité, que insiste en que los trabajadores han intentado durante las reuniones buscar una salida, reconoce que después de siete meses este tema ha dejado incluso aparcada la negociación del convenio, que caducó en diciembre del 2013.

En su análisis del porqué de este estancamiento, Bustelo añade que «quizás poco ha contribuido el que la empresa haya designado a los mismos integrantes del equipo anterior de Auvasa. No ha favorecido nada, porque la dirección ni se ha movido. Piensan que los 30 minutos de descanso los queremos para tocarnos las narices, cuando es normativa europea», exclama. La tensión en la mesa ha aflorado cuando la dirección llegó a advertir que podría llegar a partir la jornada laboral de ocho horas de los chóferes, por lo que el descanso ya no tendría lugar. Ello provocó la ira de todos los sindicatos, que llegaron a considerar la propuesta como una ‘declaración de guerra’.

«Si el acuerdo no es posible, lo que la empresa debe hacer es llevar a cabo la ejecución de la sentencia. Los trabajadores hemos tenido que acatar en ocasiones otros fallos, como la congelación salarial. Ahora toca a la empresa cumplir con el Real Decreto. En su día tratamos de negociar con el concejal anterior y no nos dejaron más remedio que ir a los tribunales», concluye el sindicalista de Comisiones.

elnortedecastilla.es