Nuevo golpe al transporte con el robo de dos camiones con cerveza y carne

Nuevo golpe al transporte con el robo de dos camiones con cerveza y carne

Diario de Burgos.

Los ladrones de camiones siempre han sentido predilección por la provincia de Burgos. Sobre todo por dos razones. La primera, porque junto a sus vías de alta capacidad se encuentran los aparcamientos de vehículos pesados más grandes de España, atestados siempre de trailers con todo tipo de mercancías. La segunda, que al tratarse la capital de un nudo de comunicaciones ofrece a los delincuentes numerosas vías de escape para huir de las fuerzas del orden.

Otros años sus ‘visitas’ a tierras burgalesas no han sido tan frecuentes como éste. El pasado 6 de octubre una banda robaba cinco camiones de madrugada, con uno de los cuales dos de sus miembros protagonizaron una peligrosa huida por la A-1, que puso en jaque a la Guardia Civil. Mes y medio después otro grupo organizado -o quizá el mismo, pues el coche de apoyo que han usado, como en aquella ocasión, también es un BMW- ha elegido Burgos para golpear al sector del transporte. Robaron un camión cargado de cerveza San Miguel que estaba estacionado en el área de servicio de Rubena. Su dueño todavía no lo ha encontrado.

Después sustrajeron una cabeza tractora en Villafría y se dirigieron a la gasolinera de las Terrazas (Villalonquéjar) para llevarse un semirremolque cargado de carne. Sin embargo la Benemérita les interceptó en Tardajos y abortó el golpe, si bien los ladrones lograron huir en un vehículo de la marca alemana BMW. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial investiga si los autores son los mismos que en la noche del viernes o la madrugada del sábado asaltaron la nave de la licorera Casajús, en Villalonquéjar, para llevarse miles de botellas. Asimismo, la Guardia Civil realiza indagaciones para saber si los ladrones están relacionados con un intento de robo en una nave de Arcos de la Llana, en la que no llegaron a entrar y a la que pretendían acceder, al parecer, para sustraer combustible.

La secuencia de los hechos no está clara, pero todo parece indicar que los robos tuvieron lugar el viernes por la noche o el sábado de madrugada. Juan Manuel Pérez es el propietario del camión cargado de cerveza San Miguel robado en el área de servicio de Beroil, en Rubena. Ayer a las 5 de la mañana se levantó en su casa de Trespaderne para acudir al aparcamiento de camiones de dicha gasolinera para emprender ruta hacia el sur. El viernes había cargado la mercancía, se marchó a su pueblo a pasar el fin de semana con su familia, y ayer cuando iba a coger su camión para emprender ruta resulta que no estaba. Denunció la desaparición a la Guardia Civil y espera que el vehículo aparezca pronto, porque es su medio de vida. Hace dos años que es autónomo y «sería un palo no recuperar el camión», señalaba ayer su mujer apesadumbrada.

Ha colgado la fotografía del camión en numerosas redes sociales frecuentadas por transportistas con el fin de informar al sector del robo y que le informen en caso de que algún camionero vea el vehículo durante alguna de sus rutas. La matrícula es 0081CVL y en la parte de arriba pone Guindy, el apodo del dueño. En uno de los laterales de la lona aparece el rótulo de Transportes Juan Manuel Pérez y en la otra el nombre de sus hijas. La Guardia Civil sostiene que  estos vehículos acaban apareciendo, la mayor parte de las veces en polígonos industriales de Madrid.

Esa misma noche el grupo organizado sustrajo la cabeza tractora de un camión en Villafría con el objetivo de robar un semirremolque repleto de carne aparcado en la gasolinera de Las Terrazas. Lo consiguieron, pero no fueron muy lejos. Unidades del Subsector de Tráfico los interceptaron en Tardajos cuando iban a coger la ronda de Burgos. No obstante, los ladrones acabaron huyendo en un BMW.

Los integrantes de estos grupos suelen vivir en la capital de España o alrededores y desde allí se mueven por las radiales en busca de sus presas. Además, no roban el primer camión con el que se topan. Generalmente mueven muchas personas que se distribuyen por distintos estacionamientos para realizar ‘catas’ en los remolques. No les vale cualquier mercancía, han de ser efectos que puedan colocar fácilmente en el mercado negro. Por ello agujerean las lonas para comprobar la carga y después deciden si les conviene a sus intereses. Con la llegada de la Navidad, productos como el alcohol y la carne tiene «muchas y fáciles salidas». Lo venden a un precio muy bajo, porque todo lo que sacan es beneficio para ellos, en torno a 5.000 euros por camión.