Clamor en Palencia por el mal estado de la Autovía de Cantabria

Clamor en Palencia por el mal estado de la Autovía de Cantabria

Ayuntamientos, profesionales del transporte y usuarios unen sus voces para criticar el deterioro del firme y reclamar una reforma integral de las plataformas.

«Menos mal que acabo de cambiar el coche y tengo ahora una buena amortiguación, porque con el viejo era un auténtico suplicio», explica Eduardo, un vecino de Amayuelas de Abajo que diariamente se desplaza hasta la capital palentina por razones trabajo y tiene que sufrir el firme de la autovía A-67, que une Palencia con Cantabria. Y como él, miles de conductores se someten todos los días a la tortura de tener que conducir por una carretera totalmente deteriorada, con un carril derecho casi impracticable en ambos sentidos y que, además soporta un elevado tránsito de vehículos pesados, dado que comunica la Meseta con el puerto de Santander.

El lamentable estado de la A-67 ha trascendido ya de las simples quejas de algunos usuarios a un clamor generalizado entre los palentinos, que se cruza diariamente en las conversaciones cotidianas, las publicaciones en las redes sociales de Internet y también entre las reinvidicaciones de los partidos políticos. El PSOE ha trasladado su preocupación al Congreso de los Diputados y desde los ayuntamientos más próximos al trazado de la autovía las quejas a la administración del Estado son continuas prácticamente desde la puesta en servicio, ya que desde los primeros momentos, entre los años 2008 y 2009, cuando se abrieron los principales tramos en la provincia, comenzaron a detectarse deficiencias.

Desde entonces, los pequeños hundimientos han sido la tónica común de esta autovía, que parece en algunos tramos una pequeña montaña rusa, circunstancia incómoda para la conducción, que se acentúa con el progresivo deterioro del asfalto en el carril derecho, por el que gran parte de los conductores prefiere no utilizar. Así, son habituales las imágenes de vehículos circulando exclusivamente por el carril izquierdo, que debe estar reservado solo para los adelantamientos, o de automóviles que ocupan parte de los dos carriles, para evitar las marcas de las rodadas, o incluso con la parte derecha del vehículo por el arcén, siempre buscando una parte del asfalto libre de baches, grietas y socavones.

A la petición de reforma integral que plantean los ayuntamientos, se unen también diferentes colectivos profesionales, como los transportistas, cuyo presidente, Óscar Baños, recalca que «es una vergüenza, aunque no es la única, porque hay otras como la 615, que también está lamentable». Baños señala que la A-67 en estos momentos se encuentran tan deteriorada que necesita una intervención integral, por lo que demanda que aumenten las partidas para la conservación de carreteras para evitar que se llegue a estas situaciones. También desde el sector del transporte de viajeros se aboga por una intervención global y se demanda al Ministerio de Fomento que tenga sensibilidad con la situación de la A-67.

Todas las partes coinciden en que el estado actual de la carretera supone un grave riesgo para los usuarios, ya que la circulación por el carril adecuado resulta casi imposible, con lo que se vulneran continuamente las normas de conducción, con invasiones de otros carriles o del arcén.

El problema se agudiza para los habitantes de la zona norte de la provincia, puesto que el deterioro es mayor en el tramo que va de Frómista hasta Herrera, alrededor de 40 kilómetros de auténtico suplicio. Los vecinos de Aguilar muestran una especial preocupación por los enfermos que deben ser trasladados en ambulancia hasta Palencia, cuyo sufrimiento se agudiza, a pesar de que los vehículos de transporte sanitario vayan dotados de colchones especiales contra las vibraciones.

Fuente: elnortedecastilla.es