¿Qué incidencia puede tener la conducción por la noche o a turnos en la seguridad de un conductor profesional?
Cualquier transportista, chófer de autocar, repartidor… sabe o intuye que después de más de 10 horas al volante, el peligro de sufrir un accidente se multiplica por dos. La jornada comienza a primerísima hora, antes de que haya amanecido en muchas ocasiones, y la fatiga nos puede jugar malas pasadas. Si a eso añadimos el trabajar de noche o el trabajo a turnos, los ciclos de sueño pueden verse seriamente afectados y la probabilidad de sufrir un siniestro se dispara.
El “European Transport Safety Council” o Consejo para la Seguridad en el Transporte en Europa, ha desarrollado un proyecto llamado PRAISE, para evitar y prevenir los daños y siniestros en carretera buscando la protección de los conductores asalariados.
En Diciembre de 2011, fruto de este proyecto, se realizó un documento denominado “Vencer la fatiga” en el que se recoge, desde una perspectiva global, las medidas que se pueden adoptar para que los transportistas de vehículos pesados venzan el cansancio, que constituye uno de los más importantes causantes del peligro de accidentes. Está compuesto por dos partes. La primera profundiza en la intervención de este tipo de vehículos en cualquier colisión y en las causas que las originan, estudiando entre otras, el cansancio o fatiga. En la parte siguiente, se recoge una visión general de la normativa vigente en Europa acerca de los periodos estipulados para conducir y descansar.
En base a este informe, se detallan todas las tareas que debe desempeñar un conductor profesional aparte de estar al volante. Si sumáramos todo el tiempo que requiere este desempeño, se pueden alcanzar las diez horas diarias de trabajo perfectamente. Este factor, como señalábamos al inicio de este artículo, influye en el incremento del cansancio, la fatiga y el sueño. De hecho, según el estudio, el porcentaje de riesgo aumenta o disminuye por tres motivos fundamentales:
Conducir de noche: aumenta el peligro de que el conductor se quede dormido, no siendo capaz de realizar su trabajo correctamente ya que está probado que nuestro metabolismo funciona más lentamente de noche. El riesgo de colisión se multiplica por 10 en horario nocturno.
Jornadas de trabajo superiores a 8 horas.
Cambios frecuentes en los horarios.
La combinación de todos ellos termina provocando dificultades a la hora de conciliar el sueño y que el conductor se encuentre en situación de alerta constante.
Está probado que a casi todos nosotros nos entra sueño un par de veces al día, en la sobremesa y en el horario nocturno. Son los tramos en los que, según el estudio, hay mayor concentración de siniestros originados por profesionales cansados, en vías rutinarias, con prolongadas horas de trabajo al volante: entre las 14.00 – 16.00 horas y las 2.00 – 6.00 horas
Si a todos estos problemas, añadimos la “apnea del sueño” o trastorno que impide el descanso por repetidas paradas respiratorias y que, en España, sufren alrededor de un 40% de los varones y un 20%, en el caso de las mujeres, la probabilidad de quedarse dormido al volante se incrementa también.
El informe determina que el estrés y el cansancio influyen en el aumento del tiempo que se tarda en reaccionar, en la efectividad del control del volante y en la habilidad de conservar constante la distancia de seguridad. Al mismo tiempo, se tiende a perder concentración en la conducción. Entonces ocurre lo que todos hemos experimentado alguna vez, la llamada “conducción semiautomática”. Llegado ese punto, el transportista ya casi no tiene conciencia de lo que está sucediendo alrededor suya. Solo hay una manera de mantener el sueño y la fatiga bajo control: a través de una regulación de este tema y el seguimiento de su cumplimiento. Este tema lo desarrollaremos en nuestro próximo artículo.
Si tienes cualquier consulta sobre este u otros temas que afecten a los conductores profesionales, ponte en contacto con nosotros. En Autoescuela Ordás, nos preocupa tu seguridad e integridad física al volante.
