Tres jóvenes agreden y roban a un taxista en Málaga.

Tres jóvenes agreden y roban a un taxista en Málaga.

Lo que iba camino de una carrera más, se convirtió en la madrugada del sábado al domingo en un supuesto atraco con violencia. Unos tres adolescentes de entre 20 y 25 años de edad asaltaron a Arsenio Magaña, taxista malagueño con más de 13 años de experiencia al volante, y le propinaron una paliza para robarle todo el dinero que llevaba encima en efectivo y un móvil de alta gama. Acto seguido, emprendieron la huida y se dispersaron por la zona. Los hechos se produjeron en la avenida Juan Grande de Ciudad Jardín.

Según la víctima, los adolescentes se subieron al vehículo a las 3.30 de la noche del domingo en la habitual parada de taxis de la Alameda Principal, y sin provocar la más mínima sospecha. «Los tres adolescentes, que por el acento sé que son de Málaga, se pasaron todo el viaje hablando conmigo y en ningún momento presentí lo que me esperaba», recuerda Arsenio. «En los años que llevo trabajando como taxista nunca me ha pasado nada. Eso, sumado a la charla distendida que mantuve con los tres, me hizo bajar la guardia», relata sobre el momento previo al ataque. Llegados al destino final de la carrera, en la avenida Juan Grande, los acontecimientos dieron un giro radical.

Ataque con alevosía. Según la versión del taxista, uno de los adolescentes le señaló el punto donde debía de parar y, una vez detenido el vehículo, la persona que iba situada en el asiento detrás del conductor abordó a su víctima agarrándole por el cuello. Simultáneamente, los otros dos adolescentes, sin medir palabra, comenzaron a golpear al taxista durante aproximadamente un minuto. «El que iba detrás mía me agarró por el cuello y, al instante, el chico que iba en el asiento del copiloto me propinó un fuerte puñetazo que me reventó las gafas y me dejó aturdido», explica Magaña. A continuación, lo que recuerda fue una lluvia de golpes que le llegaron por todos los flancos, y al grito de «pínchale, pínchale».

«Mientras que me propinaban puñetazos, uno de ellos empezó a registrar mi chaqueta, hasta dar con mi móvil y mi cartera. Entonces, pararon y echaron a correr», señala Magaña. «Traté de perseguirlos, pero aborté el intento al momento. Estaba demasiado mareado por los golpes y, sin mis gafas, apenas veía nada», explica la razón por la que desistió de perseguirles. Según este taxista, los jóvenes se hicieron con un móvil de alta gama, Samsumg S5, y unos 400 euros en efectivo.

Fuente: Infotaxi.

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