¿Nos estaremos volviendo locos o solo algunos?
@Camioneroleones.- Tengo que confesar que cada vez me cuesta más escribir lo que pienso, sobre todo por no entrar en confrontaciones inútiles o porque la edad le va convirtiendo a uno en "pasota" de muchas cosas. Pero hoy no he podido resistirme y un poco harto he decidido volver a aporrear el teclado. Más que nada porque por mucho que uno lo intente, no puede estar ajeno a la realidad que nos rodea en esta vieja piel de toro llamada España, me explico:
Puedo, haciendo un esfuerzo supremo, encontrar cierta comprensión en que alguien que no ha pasado poco mas allá de los límites de su aldea, pueda proclamarse a los cuatro vientos nacionalista y pedir la independencia para su territorio, incluso para su aldea o para su casa. Pero que me salga nacionalista radical, visceral e incapaz de razonar un camionero que, como yo, se corre el país e incluso el continente subido en la cabina de un camión, que me perdone el compañero, pero no entra en esta cabeza con más canas cada dia, lo siento, pero no lo puedo comprender.
Sencillamente, porque, aparte de que ya escribí una vez declarando públicamente que a mi de las palabras que terminan en "ismo" prácticamente la única que me gustaba era "erotismo". Aparte, decía, porque uno siempre tuvo muy claro cuándo comenzó hace ya tantos años en esto del volante que se siente ciudadano del mundo, que las banderas no hace falta irlas exhibiendo permanentemente, que se llevan en el corazón, y que las peores fronteras no son las de los mapas, las peores y las mas peligrosas están en las mentes de las personas, estas últimas son las que provocan guerras y desgracias.
Porque un camionero no debe entender de fronteras, ni mucho menos buscarlas, mas allás de las aduanas o controles que se encuentre en la carretera. Siempre he creído firmemente que un camionero debe entender de personas, de esas que hay en cualquier parte del mundo, de las buenas, regulares y malas. Debe entender de compañerismo y solidaridad. Porque cuando uno recorre mundo en la cabina de un camión, aunque solo sea en el país en que nació, no le queda mas remedio que relacionarse con todo tipo de personas.
El transporte en la actualidad está tan deteriorado, que da lo mismo en el lugar de tu país o en cualquier otro en el que te encuentres, que siempre te vas a terminar encontrando con el gilipollas de turno que te tratara como una mierda, con el correcto que se limita a cumplir con su trabajo sin importarle lo mas mínimo tus problemas de disco y con el que se comporta como un señor y le da la vuelta completamente a un dia que habia empezado fatal. En esto si que no valen nacionalismos ni discusiones políticas de ningún tipo. Este trabajo nuestro, por suerte o desgracia esta asi.
Pero lo que no tiene sentido es que tengas que coger un cabreo del 90 y entrar en una discusion inutil que te ponga de mala leche todo el dia, sencillamente porque te ha tocado en una conversación en grupo o de dos con el camionero radical, que parece que mentalmente se ha quedado anclado en la edad de piedra, que se patea todas las semanas las mismas carreteras que tu, pero que además quiere tener su propio país en su comunidad autónoma, región o como cada cual quiera llamarla.
Que me perdone porque no lo entiendo, por mucho que uno siempre ha respetado las ideas de todo el mundo, pero ese radicalismo no me entra en la cabeza. Mucho menos cuando en pleno 2017 con solo tres toques en la pantalla de móvil uno puede hablar y verle la cara a mi amigo John Mccartney que se recorre Australia con su tren de carretera arrastrando cuatro cisternas de combustible y solo va a su casa 20 días en Navidad. Lo siento, no lo entiendo, no me entra en esta cabeza que cuando aspiramos a una Europa grande, federal y que llegue a ser una copia de Estados Unidos, alguien siga empeñado en hacer nuevas fronteras e imponer sus ideas a cualquier precio. En fin, alla cada cual. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.