Indignación entre los conductores profesionales por la postura de España respecto a la directiva sobre trabajadores desplazados

Cambiar para que nada cambie. "Camionero García". Opinión
Camiones estacionados en Europa.
Indignación entre los conductores profesionales por la postura de España respecto a la directiva sobre trabajadores desplazados

“El Gobierno español defiende más a las patronales que a los profesionales del transporte. En vez de apoyar a los países comprometidos con frenar los abusos de las empresas, como Francia, Alemania e Italia, se alinea con Chequia, Hungría, Polonia y Eslovaquia, deseosos de eliminar normas sociales, rebajar derechos y pagar salarios escasos. Con esta postura parece que España pretende frenar cualquier tipo de avance social en el sector del transporte”.

CCOO reconoce que el transporte requiere de una normativa específica que vele por las condiciones mínimas laborales, pues transitan por varios países distintos en un mismo mes y es una actividad más irregular que otras, pero inciden en que “estar fuera del acuerdo supone estar a favor del fraude”.

“La ministra de Empleo y Seguridad Social y su secretario de Estado, que asistieron el pasado lunes 23 de octubre al Consejo de Ministros Europeos de Empleo, no supieron poner en valor los derechos de trabajadoras y trabajadores desplazados del transporte”. Esta es la opinión del Sector de Carretera y Logística de FSC-CCOO sobre las negociaciones para la reforma de la directiva sobre trabajadores desplazados, que con clara indignación añaden que “se defiende más a las patronales que los derechos de los profesionales del transporte”.

También se quejan del escaso interés que el Ministerio de Empleo, junto al de Fomento, ha mostrado por las y los trabajadores de este sector, pues a pesar de las numerosas ocasiones que se han pedido medidas para perseguir el fraude o los abusos de las empresas de transporte, han hecho caso omiso a las reclamaciones.

“España en Estrasburgo, con la ministra de Empleo a la cabeza, se ha alineado con los países del Este, deseosos de eliminar normas sociales, rebajar derechos y pagar salarios escasos. Y cuando Francia, Alemania e Italia, entre otros países, defendieron un salario y unos derechos para trabajadoras y trabajadores desplazados igual al de quienes trabajan en el país al que van a desarrollar su trabajo, le sacaron los colores y tuvieron que desistir de apoyar a los de Visegrado (también conocido como V4, que está formado por Chequia, Hungría, Polonia y Eslovaquia)”.

Sin embargo, España también se opuso a los países de la Alianza por la Carretera (Francia, Alemania, Italia y Benelux), que son quienes defienden poner freno al dumping, es decir, terminar con el abuso de las empresas sobre las condiciones de trabajo en el sector del transporte por carretera, las cuales hacen presión para que los salarios sean reducidos y la organización del trabajo esté desregulada y conseguir así “ser más competitivos”. Estos países también están en contra de las empresas deslocalizadas dentro y fuera del país que buscan conductores/as extranjeros con salarios más bajos, peores condiciones, ahorrando en seguridad social, obligándolos a vivir largos períodos en el vehículo, con desarraigo familiar, y presionándolos para priorizar la conducción y entrega de mercancía sobre el cumplimiento de las normas laborales y de tráfico.

“A Estrasburgo, España ha ido con la intención de montar el paripé. Son conscientes de que una trabajadora o trabajador de los países del Este desplazado a Francia o España puede llegar a cobrar hasta la mitad que un trabajador nacional, y que pueden darse condiciones de trabajo y derechos especiales que pueden dar lugar a fraudes. Pero la pretensión era lograr una minoría de bloqueo con la intención de congelar cualquier tipo de avance, aunque algunos supuestos aliados se echaron atrás y se abstuvieron. El resultado final, con Portugal a su rebufo, fue lograr mantener el statu quo en carretera, y que no se hiciera nada hasta que no se discuta en las instituciones del Transporte. Es decir, ganar tiempo para que todo siga igual”.

Al Sector de Carretera de CCOO no le han gustado nada las palabras del secretario de Estado de Empleo a la salida de la votación: “Muy satisfechos. Primero, por haber logrado sacar adelante esta directiva; segundo, por haber conseguido que no se aplique al sector del transporte; y, en tercer lugar, porque la foto final de la negociación es una norma que aunque no tenga un apoyo unánime, tampoco ha dividido a Europa en dos bloques”.

Para el sindicato, resulta evidente que este comportamiento responde a la intención del Gobierno de beneficiar a las patronales del transporte español. “En España los problemas de las trabajadoras y trabajadores desplazados estaban silenciados. No se conocen, apenas aparecen en los medios, mientras que en otros países es un debate vivo. Nuestros representantes políticos dicen defender a las empresas españolas de transporte, que son muy numerosas, ¿pero se las puede considerar españolas cuando se han deslocalizado a Bulgaria y Rumanía y contratan personal en esos países con salarios de esos países? ¿Por qué llamarlas españolas? Son empresas sin patria, que aprovechan los resquicios legales, la explotación laboral, y luego dicen que son ‘más competitivas’. Y tachan de proteccionistas a los países que están en contra del dumping social. Como si proteger a trabajadoras y trabajadores y respetar las normas pagando sueldos dignos fuera vergonzoso”.

Necesitamos una normativa específica, pero esta actitud da continuidad al fraude en las empresas

CCOO considera que el Gobierno de España y sus representantes en la UE tenían que haber defendido la inclusión del transporte en la directiva en igualdad con otros colectivos: “Es una reforma de calado la que se va a producir contra el fraude, que corrige la mala praxis en el mercado laboral y en las condiciones sociales, pero no para el transporte porque así lo han querido, entre otros países, España. Es cierto que el transporte requiere de una normativa específica que vele por las condiciones mínimas laborales, tanto salariales como sociales, pues transitan por varios países distintos en un mismo mes, incluso en un mismo día, y es una actividad más irregular que otras, pero estar fuera del acuerdo supone estar a favor del fraude”.

Fuente: fsc.ccoo.es