Que nadie se acerque al megacamión

Que nadie se acerque al megacamión

La Ertzaintza impedirá que los conductores detengan sus coches en Etzegarate para ver de cerca al gran transporte detenido en el puerto. La afluencia de curiosos a Etzegarate para ver de cerca el enorme camión que aguarda su momento para proseguir viaje hasta Sangüesa está provocado situaciones de peligro en la carretera provocadas por conductores que detienen sus vehículos o ralentizan su marcha para observar al monstruo con detenimiento. La situación llegó ayer a tal punto que la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco ha dado instrucciones a la Ertzaintza para impedir que los coches se detengan en la carretera, a la vez que ha recordado que quien lo haga puede ser objeto de sanción. De hecho, esta misma mañana han advertido que se estaban produciendo situaciones de riesgo en una zona «en la que además no hay espacio para muchos vehículos».

Esta medida ha sido adoptada ante la previsión de que numerosas personas aprovechen la jornada de hoy para acercarse al megacamión que el pasado martes comenzó una lenta andadura desde el puerto de Pasaia hasta Sangüesa con una pieza de aerogenerador a cuestas. Todo fue bien por tierras guipuzcoanas hasta que el viernes el vehículo quedó varado en la báscula de Etzegarate debido a un inesperado contratiempo burocrático: la ausencia de permisos para circular por Navarra.

El camión reanudará su viaje en cuanto lleguen los papeles necesarios, lo que podría suceder mañana. Cuando esto ocurra se pondrá en marcha una mole de 94 metros de largo, 6,5 de ancho, 5,3 de alto y un peso de 514,4 toneladas. El aerogenerador que transporta se homologará en el Centro Nacional de Energías Renovables (Cener), una infraestructura dedicada a pruebas y ensayos de aerogeneradores.

Viaje de vuelta

La gigantesca pieza permanecerá en Sangüesa durante varios meses hasta que llegue el momento de su traslado al mar de Japón, donde será colocada y deberá soportar inclemencias meteorológicas extremas, como tifones o huracanes. Para ello deberá volver a recorrer las carreteras guipuzcoanas, esta vez en sentido contrario.

El megacamión ha necesitado tres días para atravesar Gipuzkoa a una velocidad máxima de quince kilómetros por hora. En la primera etapa recorrió doce kilómetros entre el puerto y San Sebastián, y tuvo que superar el escollo de la rotonda de Gomiztegi. Durante la segunda jornada llegó hasta Beasain por la N-1, en la que fue necesario habilitar varios baipás. Para subir a Etzegarate, el vehículo tuvo que transitar por dirección contraria y utilizar el impulso de sus tres cabezas tractoras.

Fuente: elcorreo.com